7 Errores comunes que cometen las startups al escalar (y cómo evitarlos)
Escalar una startup puede ser uno de los pasos más emocionantes —y a la vez, más desafiantes— del camino emprendedor. A menudo se relaciona con levantar una nueva ronda, ampliar el equipo o expandirse a otros mercados. Pero ese crecimiento trae consigo decisiones complejas, presión externa y, en algunos casos, errores que se podrían haber evitado.
En Tetuan Valley, llevamos más de 15 años acompañando a startups tecnológicas en sus etapas iniciales. A través de nuestra comunidad, nuestros programas formativos y la experiencia compartida entre fundadores, hemos visto de cerca los aprendizajes (y tropiezos) que suelen aparecer cuando una startup se prepara para escalar.
Este artículo recoge 7 errores comunes que hemos observado en ese proceso. No pretende ser una guía definitiva, pero sí una recopilación honesta de señales que pueden ayudar a tomar mejores decisiones.
Esperamos que te sea útil. Sin más, ¡empezamos!
1. Escalar sin validar del todo el modelo
Uno de los errores más frecuentes es intentar crecer antes de haber consolidado un modelo de negocio claro. A veces, por presión del entorno o por entusiasmo interno, se acelera el crecimiento sin tener certezas sobre el valor que se aporta realmente.
¿Cómo evitarlo?
Antes de escalar, es clave asegurarse de que el producto o servicio resuelve una necesidad concreta, con clientes dispuestos a pagar por ello. El foco debería estar en validar bien el product-market fit y no solo en alcanzar métricas de volumen.
Si aún estás en ese punto de validación, te recomendamos echar un vistazo a nuestro artículo “Crash-test para startups: Responde estas 40 preguntas y fortalece tu proyecto”, donde recopilamos preguntas clave que pueden ayudarte a revisar si tu modelo de negocio está listo para dar el siguiente paso.
2. Contratar demasiado rápido (y sin estructura)
Este es un error común en startups que crecen aceleradamente. La necesidad de expandir el equipo puede llevar a contrataciones impulsivas, sin una planificación estratégica clara. Esto puede generar problemas de coordinación, roles poco definidos y una cultura organizacional diluida.
¿Cómo evitarlo?
Antes de sumar nuevos perfiles, es útil preguntarse: ¿qué tareas están realmente saturadas? ¿Qué tipo de persona necesita el equipo en este momento? La clave es la planificación y la reflexión estratégica antes de cada contratación:
Auditoría de necesidades: Analiza qué tareas están realmente saturadas y qué habilidades específicas faltan en el equipo. Contrata por necesidad real, no por la percepción de "más gente".
Definición clara de roles: Crea descripciones de puesto detalladas para que todos entiendan las responsabilidades de cada uno.
Procesos de integración (onboarding): Guía a los nuevos empleados a través de la cultura, herramientas y procesos de la empresa para una integración efectiva.
Fomentar la comunicación: Implementa canales y prácticas que faciliten la comunicación transparente y bidireccional a medida que el equipo crece.
Reforzar la cultura: Dedica tiempo a definir y comunicar los valores de la empresa, y organiza actividades que fomenten la cohesión.
Planificación estratégica: Las contrataciones deben alinearse con los objetivos a corto y medio plazo de la startup, contribuyendo al crecimiento futuro.
Considerar alternativas: Antes de contratar, explora si ciertas tareas pueden automatizarse, externalizarse o redistribuirse en el equipo actual.
La contratación debe ser un proceso estratégico y deliberado, no una reacción impulsiva. Un equipo bien estructurado y cohesionado es fundamental para el éxito de una startup.
3. Perder foco por querer abarcar demasiado
En la fase de crecimiento, pueden surgir muchas oportunidades: nuevos clientes, funcionalidades, mercados o colaboraciones. Si no se gestiona con cuidado, esto puede diluir el propósito de la startup. Es completamente normal que constantemente surjan posibilidades tentadoras: captar nuevos segmentos de clientes, desarrollar funcionalidades adicionales, expandirse a mercados inexplorados o establecer colaboraciones estratégicas. Sin embargo, si estas oportunidades no se gestionan con un cuidado y una visión clara, el propósito original y la propuesta de valor fundamental de la startup pueden llegar a desaparecer con el tiempo. En otras palabras, intentar abarcar demasiadas cosas a la vez puede llevar a una dispersión de recursos, esfuerzos y atención, impidiendo que la startup sobresalga en lo que realmente importa.
¿Cómo evitarlo?
La clave para navegar esta etapa es mantener una brújula interna bien calibrada. Para ello, es fundamental tener objetivos definidos a corto y medio plazo que actúen como un filtro. Estos objetivos claros y medibles te permitirán distinguir lo verdaderamente urgente y relevante de aquellas distracciones que, aunque atractivas, no contribuyen directamente a la visión principal de la startup. La priorización es una habilidad crítica en este contexto; aprender a decir "no" a oportunidades que no se alinean con tu estrategia central es tan importante como decir "sí" a las correctas. Muchas veces, en el camino del crecimiento, la máxima de "menos es más" cobra un significado vital: concentrar los esfuerzos en pocas áreas bien definidas suele generar un impacto mucho mayor y más sostenible.
4. No anticipar los retos técnicos del crecimiento
Lo que funciona con 50 usuarios puede romperse con 5.000. Es bastante común que una startup lance una campaña de marketing sin revisar si la web soporta el tráfico, si el producto sigue funcionando bien con más carga o si hay suficiente personal para atender las consultas.
¿Cómo evitarlo?
Antes de escalar, revisa si tu infraestructura, procesos y equipo están preparados para crecer. Automatiza tareas repetitivas, haz pruebas de carga y asegúrate de que puedes responder si algo falla. Escalar sin esta preparación puede afectar tanto la experiencia del usuario como la reputación de tu negocio.
5. Descuidar la salud financiera
Al escalar, los gastos suelen crecer más rápido que los ingresos, lo que puede generar una presión significativa en la tesorería de la startup. Algunas startups, movidas por el optimismo o la urgencia de crecimiento, asumen que la próxima ronda de inversión llegará a tiempo para cubrir estos desequilibrios, pero no siempre es así, y depender de ello es un riesgo considerable. La falta de liquidez es una de las principales causas de fracaso, incluso para startups con un buen producto y tracción.
¿Cómo evitarlo?
Tener un control realista y proactivo del burn rate (ritmo de gasto) y de los costes operativos es fundamental. Esto implica no solo saber cuánto se gasta, sino también en qué se gasta y cómo impacta en la rentabilidad. Contar con herramientas sencillas de gestión financiera, como hojas de cálculo o software de contabilidad básico, puede marcar la diferencia.
Además, buscar asesoría externa de expertos financieros o mentores con experiencia en la gestión de startups puede proporcionar una visión crítica y ayudar a tomar decisiones informadas para asegurar la sostenibilidad económica a largo plazo.
6. Dejar la cultura en un segundo plano
Cuando un equipo crece, la cultura de la startup puede llegar a experimentar una transformación inevitable. Si no se le presta la debida atención y un manejo proactivo, esta evolución puede llevar a una dilución de los valores originales de la empresa o, peor aún, a la aparición de conflictos internos que mermen la cohesión y la productividad.
¿Cómo evitarlo?
La clave para evitarlo no reside en la creación artificial de "valores corporativos" genéricos, sino en el fomento constante de espacios de comunicación. Esto implica establecer canales donde los empleados se sientan cómodos expresando sus ideas, preocupaciones y sugerencias.
7. Aislarse y no pedir apoyo
Muchas startups intentan resolverlo todo por su cuenta —ya sea por orgullo, miedo a parecer inexpertas o simplemente por no saber a quién acudir. Pero este enfoque puede llevar a decisiones poco acertadas, a repetir errores comunes y a una sensación de soledad que termina afectando al equipo.
¿Cómo evitarlo?
Buscar apoyo no es un signo de debilidad, sino una forma inteligente de avanzar. Compartir lo que estás viviendo con otros fundadores, contar con mentores que ya han pasado por ahí o acceder a formación especializada puede marcar la diferencia.
En Tetuan Valley creemos profundamente en la fuerza de la comunidad y el aprendizaje compartido. Por eso lanzamos ScaleUp School, un programa pensado para startups que ya han validado su modelo y buscan escalar de forma sostenible. Actualmente está abierta la segunda edición, donde acompañamos a scaleups con formación avanzada, sesiones estratégicas y conexión con otros equipos que están en una etapa similar.
Si estás justo en ese momento de crecimiento, puedes conocer más y aplicar aquí. Además, puedes leer sobre cómo fue la primera edición del programa en este enlace.
¿Estás en un momento de crecimiento?
En Tetuan Valley trabajamos con fundadores y equipos en diferentes fases, precisamente para acompañar procesos como este. Nuestro enfoque es práctico, cercano y adaptado a cada etapa del camino emprendedor. Si estás buscando apoyo, formación o una comunidad con la que compartir este camino, puedes explorar las convocatorias gratuitas que tenemos abiertas ahora mismo.
De hecho, hemos recopilado todos nuestros programas activos en este blog sobre oportunidades abiertas en Tetuan Valley, para que encuentres fácilmente el que mejor encaje contigo o con alguien de tu equipo.
Así que, apúntate a la próxima edición o comparte esta oportunidad con alguien a quien le puede interesar formar parte de nuestra comunidad ;)
La ciberseguridad no es solo cosa de grandes empresas o equipos técnicos. Si tienes una startup, proteger tus datos y los de tus usuarios es clave desde el primer día. En este artículo te contamos, paso a paso y sin tecnicismos, qué debes tener en cuenta para reducir riesgos desde el inicio y cómo Tetuan Valley puede ayudarte a incorporar la ciberseguridad en tu crecimiento.